10 de junio de 2012

EL MARSHALL

o de tal palo tal astilla...

"La crueldad es a menudo el signo de una insatisfacción
interior que anhela un narcótico; y también lo es una
cierta desconsideración cruel del pensamiento."
-Nietzche-




Un débil resplandor de luz en el horizonte, el Marshall, despierto desde hace rato, ya se ha terminado de vestir. El cabo de su cigarro humea lánguidamente en la comisura de sus labios, el humo, como con flojera, hace espirales ascendiendo al techo, hoy es el día, se cumple el lapso, el tiempo para los criadores de ovejas ha terminado, les había dado tres días para abandonar la región, no lo han hecho, no le han dejado otro camino, toma la gruesa funda de cuero repujado, de origen mexicano

--- Estos espaldas sudadas, si saben trabajar el cuero ---

piensa para si mismo, se ajusta la funda a la cintura, abraza la fornitura a cada pierna, un Colt .45 a cada costado, revisa meticulosamente que esté correctamente cargado, el sabe que si, pero la hace más por hábito que por otra cosa...

Y el sol está a punto de despuntar, el pasitrote lánguido del caballo le adormece, se increpa a sí mismo

---- Despierta George, debes estar atento a esos malditos vascos criadores de ovejas ya que pueden ponerte una emboscada. ¡Malditos, mil veces malditos!, ¿cómo se les ocurre venir a establecerse en terrenos de vacas?. Con lo que lucharos mis antepasados en sacar a esos malditos Apaches y a los sucios Mexicanos Comancheros de este territorio ---

y así ensimismado en sus pensamientos el ejecutor de la ley llega al portón de la finca ovejera.

El sol ya salió, está como él quiere, a sus espaldas, así esos sucios forasteros lo tendrán sobre sus ojos, a su frente aparece la choza del ovejero, la puerta se abre: éste, su mujer, tres niños y un perro salen apretujadamente. Una escopeta en manos de ovejero, de esos que se cargan atacándonos por la punta

--- ¡Recoge tus cosas y márchate! ---

dice el Marshall autoritariamente

--- NO ---

es la firme respuesta del ovejero, quien al decir esto lleva el mosquetón al pecho agregando

--- ¡ESTA TIERRA ES MÍA! ---

La vieja arma al chocar contra el pecho del hombre se dispara, el único plomo se pierde en la distancia, seguidamente se escuchan doce disparos seguidos, las Colt han hecho su trabajo, en un solo montón, en posiciones grotescas, están el ovejero, su mujer, tres niños y el perro. El hombre a caballo recarga, y mientas se regodea viendo lo cadáveres exclama 

--- Si, George, un trabajo bien hecho --- 

da media vuelta y camina hacia el sol, que ya lo ilumina todo.

George W. Bush IV, cierra el libro, una sonrisa ilumina su rostro… se voltea y dice:
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--- Hey Colin, te das cuenta, igual que mi bisabuelo, yo estoy predestinado a limpiar este mundo de sucios extranjeros ---


J. W. de Wekker V.
1999



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